Adelaine Soto Alvarez

NO ES

No es continuar

Bajo las astrales maquinarias

Ni sujetar el tiempo

Mucho menos derramarse

En lágrimas

Y gritos

Viendo como las aguas

Pierden su nivel

Y arrastran hacia el olvido

Todas aquellas cosas

Que creemos sagradas

 

Ni siquiera aferrarnos

Porque llegó el otoño

A magullarnos

Sin darnos tregua

Para encontrar lo perdido

 

No es la luna llena

O menguante

Ni los reencuentros

Después de milenios de ausencia

 

No es el mar

Tintineante y atrevido

Arrastrando lapsus, éxtasis, miedo

Ni la insensibilidad, más sensible

Guiándonos a través del laberinto

Donde los duendes se disputan las mentiras

Y riegan sus gotas de veneno

De boca en boca

Dejándonos sabor a ruinas

 

No es el gorrión que aúlla

Ni los espejos indiscretos

Lanzándote a boca de jarro

Humillación y sordidez

Llena de ecos y sacudidas

 

Ni el veredicto del galeno

Ni los presentimientos genuinos

Y estrafalarios

Ni las veces que has servido

De ratón de laboratorio

Ni manjar del escrúpulo más demente

Porque alguien se aferró a tu almanaque

Y se vanaglorea lanzando números

Es escudriño

 

No es el rechazo que demuele

Ni los parpados heridos

Ni siquiera mis ancestros en el cielo

O mis retoños en plena repulsión

 

Ni siquiera es tu imagen

Inalcanzable

Repitiendo a voces

La fetidez que perturba tu siquis

Lanzándome al pozo de los mutilados

Metiéndome el deseo de escapar

De cargarme el esófago

Con grandes cantidades de mortíferos

Por el profundo miedo a la soledad

Herida por los siglos

Herida por las palabras dictadas

Bajo la presión del prejuicio

 

Ni esa vergüenza a compartir

Lo que nació, y crece

En los canteros de la infelicidad

 

Juro que no es nada de eso

Se trata de la corrupción del alma

De la magia que se muere

Del hedor que graban en tu autoestima

Minimizándote el efecto

El dolor que sientes

Cuando abrazas a un cuerpo

Sin latidos

 

Cuando no te miran a los ojos

Y te sientes sombra sin belleza

Y sabes que el repudio no cambia

de estación

Y tu sensibilidad comienza a desprenderse

Cuando te buscas y no te encuentras

Ni siquiera en el más recóndito rincón

Del arrebato