¿Por qué me golpea el amor
las sienes si estás distante?
¿Qué haré yo con este dolor
y besos que no podré darte?
Ya no hay fuego abrasador
nutriéndose de nuestro aire,
tan solo humo sobre carbón
húmedo restó de la vorágine.
Quedó el cadáver del amor
en el florero sobre el estante
y como una uva mi corazón
secó por muerte inexorable.
Felicio Flores