Iván Núñez A.

DOS GARDENIAS

Quería obsequiarte el mundo
y un sin fin de cosas bellas:
el cielo, el sol, las estrellas…
y mi amor tierno y profundo.

 

Me fui a una playa cercana
caminando por la arena,
vi tu boca de cayena,
vi tu figura lejana.

 

Pensaba qué regalarte
que mi antojo complaciera.
Fue así como comprendí,

 

que flores podía darte.
Y me encontré en la pradera
dos gardenias para ti.