Cae la suave lluvia , y
frente a ti sentado está,
su sonrisa nerviosa
que parece una mueca,
muestra que todavía
no cumplió la promesa
que hizo, cuando volvía
de su última proeza.
Llora falsas lágrimas,
ruega ... se lamenta ,
la vergüenza ,¡ Perdida !
Sin rastros de piedad
y con la mente fría
sin olvidar la ofensa,
le pides que él decida
que a vos , lo mismo te da.
Afuera, aún llovía.
Solo frío y humedad,
Dentro, el café se enfría
y no aparece la verdad,
discute, protesta, porfía,
te pide recapacitar.
Dijo que sin ti moría
tu , lo vuelves a pensar.
Jamás dije que podría
te recuerda con crueldad,
pero tú me perseguías
y, con tu boca perfecta,
descarada sonreías.
¡ A esto querías llegar !
Que la culpa sea mía
y tú , dueño del pesar.
Terminen con la historia,
olviden esta afrenta
y , apuesten a la vida.
Dejen la puerta abierta,
no malgastes tu, energía
que cuando menos esperas
la luz vuelve a brillar
y todo . . . otra vez a empezar