Randy Mueses

Eviterno desconsuelo.

Aun vive en mi memoria tu esplendorosa luz, tu seductor aroma, tus hinchados labios rosas, tu rostro pálido, tus ojos de miel quemada y recordarte causa que mi corazón se desintegre.

iOjalá tuviera el placer de contemplarte!
Quizás estés en un mundo paralelo al que pertenezco, quizás estés persuadiendo otros corazones, quizás te fuiste para nunca volver. Lamento tanto que te me esfumaras como afligidas brisas otoñales.

La melancolía impera en mi, al igual que una agridulce sensación de ir tras de ti, pero las bellas criaturas como tú, no convergen con pobres diablos como yo. 

Sueño con tu abrazo desenfrenadamente,
sueño con tu pelo de Lirios amarillos,
sueño con tu beso sabor a Manzanillo.
Ansío verte, deseo tenerte, me duele extrañarte.
Desmienteme, como yo nadie va a quererte.

Si acaso nuestras miradas chocan algún día, que el desconsuelo infinito no se convierta en lágrimas, que el anhelo de siempre estar a tu lado, no se refleje en tristes palabras mendigas. Que mi corazón resista, incluso hasta más que el tuyo, que mi alma sea yerta y fría. Aunque después provoques una demolición dentro de mi. 

Así que permaneceré aquí, con mi intransigente lucha de amarte en silencio. Pero llegará ese instante en que te detengas y te des cuenta; de que como yo te adoro así nadie jamás lo hará.

 

 

 

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