belen lopez sanchez

Cierra los ojos

Si la incitante voz del húmedo sueño

enciende velas en tus cincuenta sombras,

acércate a su fuego

y suspira en las aguas de su río voraz

mientras lo nombras.

Si la seductora mirada de la luna

enciende tu cuerpo 

para buscar sus íntimos secretos,

tiende tus prendas a la furia del ciclón

dando vueltas en un laberinto

de deseos inquietos.

 

Si la rosa en la noche despliega sus pétalos

para jugar al amor,

lánzate a su boca abierta

dándole a probar a tu lengua su rico sabor.

Si en la ciega noche las estrellas en el cielo

se ponen en posición,

estremécete en los montes prisioneros

del eco de tu imaginación.

 

Si el viento gime en las profundas ruinas,

las lumbres del ocaso torturan tu carne

ensayando ardientes caricias.

Si el barco velero cargado de locuras

cruza la bahía del mar violento y tierno,

deslicémonos despacio

por encima de las sábanas de sus olas

como dos gaviotas en invierno.

 

Si a rogar piedad a los truenos de la salvaje tormenta

de nuestro lecho debemos atrevernos,

seamos dos vampiros

entregados a la danza del rayo

con sed de pecados eternos.

Si nuestras oscuras intenciones se rinden

ante el temblor de este verso perverso,

cierra los ojos,

ya hemos logrado el mayor sentir del universo.