Tan sublime y nefasto el amor,
¿Qué tan loco seré
que te recuerdo sin fe
y con algo de rencor?
Dicen que del amor al odio
un paso basta,
¡Mentira barata!
pues ya estas en otro episodio.
Camine mil noches
buscando el olvido,
¡Iluso!
pues tu recuerdo sigue conmigo
y en cada paso planta flores
para el entierro de tus recuerdos
en el panteón de mis pasiones,
por eso no creo cuando llores,
y anheles aquellos momentos
donde la felicidad era tu y yo,
donde un beso era un \"te pertenezco\"
y un hasta mañana
una promesa de amor.
¿Qué tan loco estoy
que le estoy sacando provecho a este dolor?
Qué disfruto el vacío en el pecho y en mis ojos
el ardor de ya no vernos,
de suspirar tus recuerdos,
de dejar salir esos momentos de intimidad,
de aprender a vivir sin tu sensual forma de amar.
Pero algo si he de decirte,
¡Bendito Dios que te fuiste!
Gracias a eso volví
donde aprendí a ser pleno estando triste,
donde digo todo
sin hablar nada,
donde seremos inmortales
y por muchos años que pasen
sabre que desde principio a fin,
la poesía es parte de mi.
El liberarla cuando debo
y no cuando quiero
me demuestra que,
aunque aún te pienso,
el hacerlo duele menos
pues el dolor se queda en eso:
sentimientos atrapados entre versos y con ellos,
tu recuerdo.