Pablo Lorenzo Garcia

Eres Diosa

Eres mujer para ser diosa, la misma diosa que te arrebato una costilla para que la artesana hiciera un hombre, porque alguien dijo que lo necesitabas, pero nunca te preguntaron.

Quizás estarías sola, pero estarías mejor, al fin que el dios de mi madre, siempre ha estado solo y sin embargo nunca lo he visto triste.

Alguien cambio la historia desde un ego masculino de un viejo blanco y con barbas y le arrebato la divinidad a Dios que no le importaba si era hombre o mujer, ella solo era Dios y eso era suficiente para amar y para bendecir y para mirarnos como una madre divina de siempre y para siempre.

Eres mujer para que no te falte nada, y menos un hombre que pretenda que tú, lo necesites, aquello que llamamos felicidad es un arte solitario de construir sonrisas solo para ti.

Pero si decides no estar sola, ahí está él, el amigo fiel que siempre sonríe silencioso con tu risa sin chiste necesario para hacerlo.

¡Ahí está un amigo que no le caben etiquetas en el rostro para que le pongas nombre con el cual puedas comprobar que es tuyo!

El amor no es un acto de propiedad, el amor se hace por las mañanas entre dos seres que no solo dicen que se aman, sino que guardan silencio entre sus brazos y sus piernas y su intimidad que se calienta tiernamente entre los dos. El amor se teje por las noches en una vulva fresca que recibe besos engarzados de sus labios.

Erótico es aquello que no tiene sexo, pero se hace apasionadamente con la sensualidad que descubres en los ojos de un espejo empañado y viejo. Sensual es el tejido que se hace entre unos labios que se han arrugado de tanto besar.

Femenino es un seno que alimenta y que de tanto amar alimentando le da cáncer y se oculta eternamente en un tiempo que no vuelve.

Amante no es solo la que ama, sino la que abraza y entrega sus brazos y los deja en el cuerpo de otro que también entrega y comparte sin quedarse nada para sí misma.

Yo quiero ser viejo y decidir que quiero ser mujer cuando muera y tener los hijos que me regale el viento para regarlos con el agua de mi seno y que los mire dar frutos de las semillas que mi Madre me dejo al morir.