Vicente Martín Martín

Te quiero porque tienes la elegancia de un tigre

Te quiero porque tienes la elegancia de un tigre

y te comportas

como un potro salvaje,

porque eres

mi longitud silvestre en su versión de piedra,

la torcaza que bate el corazón con sus dos alas encinta.

Te he visto como en sueños poblar las alamedas con tus ojos de mármol,

abanicar el aire, crecerte por ti sola,

pero también te he visto brillar como una lámpara

que se enciende de pronto

y en medio de la noche se hace puerto.

Te quiero sin piedad

y brutalmente

me hundiría en tu cuerpo hasta absorber enteras tus entrañas,

hasta hacer de tu vientre mi santuario,

mi bahía,

mi casa,

te arrancaría incluso

la más hondas raíces de tu nombre

y al llamarte

te podría nombrar con voces nuevas

con esa transparencia

que sólo Dios conoce.

Y nunca, amor, y nunca te diría el mismo nombre dos veces.