\"Si a tanto llega el dolor
de sospechas y recelos,
no le llame nadie celos
sino rabia del amor\" (Montaldo)
Cuando te ví aquella tarde
con el que un día, fuera tu amor
la furia abrió grandes mis ojos ,
mientras una nube encaprichada
jugaba a destapar, la luz del sol,
cerré los ojos para no ver,
el río de tus lágrimas de dolor.
Me alejé bajo el peso del oprobio,
obnubilado por la fuerza del engaño,
no pensé que dejaba un corazón doliente,
sin importarme que.
era el que yo, con fervor amaba.
fue tan grande mi desilusión.
que no tomaba conciencia
de los sueños que quemaba.
Fueron los celos
y el rencor que me empujaban
a aislarme del mundo viviente.
sin dimensionar la angustia que ganaba,
ni la inmensidad del amor, que perdía.
mi renuencia y la ceguera fueron responsables
de la desazón que en ese instante sufrí,
como la sufro hoy...
Me dolió tanto mi actitud. al conocer la razón
de aquella, para mi, inexplicable visión
que trato de no recordar aquello,
porque los celos, me hicieron perder,
de mi vida, lo mas bello.