bonifacio

Fiesta

Queda poco que decir tras la tormenta
tanta lluvia renovó las osamentas
con el corazón mojado
con el pecho constipado
llegó el sol y sanó a la Cenicienta
que salió corriendo rauda
por praderas entre malvas
celebrando la llegada de Minerva
tanto así que fue el ocaso
el que detuvo su paso
y volvió a su castillo tan contenta
que los duendes y los grillos
entre ambos un cintillo
le hicieron para que fuera una  princesa
de este cuento encantado
de alelies entre prados
que cantaban mil sonetos entre calesas.

Y este cuento no ha acabado
pues el príncipe adorado
llegó justo a besar a su alteza.

Y se supo en los confines
que estos dos enamorados
son los fines que buscaban las tormentas.

Hay un rayito de sol
que espera a un caracol
para darle bienvenida a esta fiesta.