Freddy Kalvo

¡Aún vive!

 

Lo apresaron los esbirros

con maldad y con el hierro

que empuñaban con sus manos.

Y la luz con su reflejo

se apagó de madrugada

bajo un lienzo de luceros

antes de nacer el alba

de un disparo tan certero

que le atravesó su carne

con la saña y el desprecio

que asesinan los cobardes.

 

¡Por ahí vienen contando,

que el Poeta ya está muerto!

Yo les digo lo contrario,

sin agravio y con respeto.

Lea usted muy bien la historia

y lo que pasó aquel tiempo.

Mataron la carne viva,

pero no su pensamiento;

con sus letras aún vive,

cada vez que yo las leo.

 

Gran dramaturgo español

con estilo romancero

y mis ojos se deleitan

cuando sus poemas veo

porque lleno de romance

y espíritu con disenso

contra el gobierno de turno

están escritos sus versos.

 

Y cual fruta sazonada

y un arbusto de romero

deleitando mi mirada

en mi corazón las tengo

que por su gran obra: Yerma,

su corazón no fue yermo

fustigando dictadura

que primaba en el momento.

Y por eso le mataron,

con bala y saña, su cuerpo;

derramando aquella sangre

en camino polvoriento

a Viznar, Granada, dicen,

otros que van escribiendo.

Y es la historia que relatan,

en sus libros con portento.

 

¡Poeta García Lorca,

con mis versos, te recuerdo!