No te voy a mentir,
perdí la cuenta las veces que te pensé
y no dejé de ver un desastre,
no pude dejar de preguntarme,
¿Desde hace cuanto tiempo
estuvimos abrazando
el cadáver de nuestro amor?
Las ganas, los besos,
nada pudo revivirlo
y yo confundido, entre el pasado
y el mañana, escondido
entre el tiempo que no ha venido.
Parece que no
pero si deje de crecer,
llegue al limite de nuestra piel
con vista al abismo de lo que fue,
tan incierto, profundo y negro.
No he dejado de sentirte,
culpo a la memoria insolente
y retadora,
culpo a ese primer momento al verte,
ese pedacito de tiempo nos pertenece.
Al final, sigo sin tener claro cual fue el ultimo
momento en que te tuve,
no recuerdo la ultima vez que
congelamos el tiempo entre ambos.
¿Tan malo es no tener certeza de ti?
¿Tan bueno es que sea así?