Patricia Aznar Laffont

Tu cuerpo y el mío  

 

Ya el Ocaso despierta la noche

Que perdida , aún no ha sido

Mitología de sangre, recordás?

La que felices, hemos vivido.

 

Amor en golpes y latidos…

Amor que atormentaba los sentidos…

 

(Y aquel espejo imaginario

En que tu silueta, por veces,

Se dibuja, casi desvanecida.)

 

Antaño y amores que suplican

En grises y graves

Lo Eterno del vínculo sagrado

Que en el blanco lecho,

Hemos  sido.

 

Diosa-musa Palabra

Noche y ocaso indormidos

Que mojan de versos  de fuegos

Y candentes carbones, encendidos

La pluma de quien escribe.

.

Se acaba la Finitud

Del día

Y este poema

 

Que naufraga

como barca en desvarío

En vocablos ciegos y sordos…

En vaivenes de dulce lascivia…

De cuerdas sedosas de pianos

 Ausentes….

Que musitan tenaces susurros

De pasiones y sudores

Ya casi vencidos…

 

Sube sílaba, sube letra y canten

Aquella perdida melodía

Que atraviesa los Tiempos

Y se sumerge en la Nada

Se engalana de lo humano y de

Luces que estallan

Al recordar tus labios ardientes

Y nuestros cuerpos unidos

En sólo Uno

 

Furor de amores pasados

Y en ardientes letanías…

En llamas de ocres y ocasos…

En cuerpo y almas sellados….

 

Fui tuya, la tea, antorcha

Y llama

Que surgió de pronto forastera

En tus brazos de hombría anhelados…

 

Nostalgias de Ocasos

Que se vuelven poesías talladas

En Polvos, humos y esa Otredad,

Que me pertenece, La mía…

 

(Tal como aquella

ráfaga ardiente y a la vez gélida)…

 

Y esos Recuerdos de los Musgos rosados de Amor,

Y losSuaves Terciopelos ungidos de pétalos celosos, tu piel

Y  los cántaros de dulces y soñados gemidos

Adheridos a mi alma

Como la mustia hoja de aquel, nuestro libro

Que se  ha cerrado,

En esta Elegía dictada en horas adversas

Y en el vocablo ciego y perenne

De la Noche que no duerme

De la noche que nunca muere

En los átomos y partículas fugaces

De lo Pretérito

 Y del simbólico Universo…

 

En cada poniente o  radiante aurora

O en las sombras  de aromas de jazmines y rosas

Que se rasgan en velos sutiles

Y en despojos de soles oscuros….

 

Preso el aire que nació entre nuestros cuerpos

En lucha y boca a boca en jugos de mieles…

 

Ser que fuimos antes del Ser mismo

Unidos en cada ocaso ….

En cada tarde ….

En cada noche oculta a los perdidos dioses….

(Que jamás se apagará, está escrito en lo Eterno)..

 

Ríspido  sesgar de sorderas en delirio

Estrechos y ardientes

Que hicieron de cada poniente

Las alas de aquel bello  y añorado Destino

Tocado mil veces por el místico Zodíaco….

 

Ser que fuimos

Antes del Ser mismo…

 

Frenesí desmayado…

 

(Tu cuerpo y el mío)….

 

(Patricia)