Fernando Javier Gamero Oviedo

El rocío de una flor.

 

El rocío de una flor.

 

¿Quién dijo que era fácil amar?

Cuando tienes que sacrificar

este triste corazón vacío,

si después hay que morir de sed

buscando una gota de rocío.

 

En mi jardín con tus bellas flores,

el dolor se transforma en amores.

Tu belleza en mi corazón roto,

se transforma en una flor de lotto.

 

¿Quién te dijo que no estoy muriendo?

Si por tenerte ya estoy sufriendo,

si por verte hoy me muero de frío.

Que el sufrimiento valga la pena

y probar las gotas de rocío.

 

En tu jardín quisiera sembrar,

más de mil motivos para amar,

todo lo que quisieras sentir,

cosechar amor para vivir.

 

¿Quién dijo que ya no puedo amar?

Eres la flor que no pude hallar,

ahora te encuentro frente a mí,

ponte roja cuando te sonrío

y dame esas gotas de rocío.

 

 

Fher

(Todos los derechos reservados por el autor)