Santiago Chacón M.

Que pena la mía

La noche sabe la pena que cargo y, 
junto con ella las calles guardan silencio
cuando camino en las altas horas de la madrugada; 
odio tenerte en mi mente tan retratada pues tu figura aún tengo bien guardada. 
Ayer, por fin, pude entender lo que mi tonto corazón no quería, 
ya han pasado algunos años y yo, aún te sigo pensando incluso más que cuando
a mi lado estabas, que ironía de la vida, un día estás alegre y al otro roto. 
Qué pasó, qué nos pasó, mujer qué nos sucedió, qué acaso no es esto lo que 
no queríamos que nos pasara, oh no, no entiendo cómo acabó, ya ni recuerdo ese día,
la pena mía ahora es escribirte versos recordándote, pues desde ese día de tu partida,
estoy viviendo de odio y a su vez también muriendo de amor...

-Santiago Ch.