MARDON

ME QUEDO…

Me quedo…

Con la esencia prístina de tu dulce alma;

esa que no sabe de tiempos ni espacios

y siempre está a la vuelta de un suspiro…

manifiesta, hace que todo se vuelva calma

 

Me quedo…

con el crepitar de tu fuego… en cada latido

enciende mi corazón con un simple estribillo,

se oculta en tus ojos bajo su traslúcido brillo,

posándose como un tierno beso almibarado.

 

Me quedo…

Con tu preciado espíritu que no sabe de adioses,

siempre a la espera, de amor desbordándose…

fluye de ti para mí, de mi para ti, sincronizándose

telepáticamente en un constante y emotivo goce.