Christian Alondra

Cadáver delicioso

Aleteo visceral:
mariposas de saco, 
polillas de bolsillo.
El amor reprimido
destila licores
dulcemente pegajosos.
Melaza empalagosa.
Garganta rota.
Mi corazón tropieza
consigo mismo.
Vuelcos salvajes
de la alimaña
en el estómago. 
Otro grito sordo, 
expulsado:
chorro invisible
por la media luna
de labios apretados.
Mis manos son cuerdas
que no se atan a nada.
La imagen perpetua
se corre cual cortina
a las pestañas.
Escalofrío de aguanieve
u otro febril bochorno:
cosquilleos que cortan
las carreteras de mis poros.
Mi saliva es miel caduca.
Mis ojos, girasoles
en medio de la penumbra.
Quien ama en silencio, 
se consume.
Podredumbre deliciosa,
trágica.
Hay tanta vida deplorable
en mis entrañas.