Pyck05

EN UN VELERO...

En un velero
marcharon nuestros sueños
sin rumbo fijo.

Aquella infancia
surcaba los océanos
sin tener miedo.

Olas gigantes
rompían en la quilla
y atrás quedaban.

Una bandera
se alzaba con tu nombre
sobre mis ojos.

Y te veía
cual rosa de los vientos
y eras mi norte.

Brújula tierna,
al norte me indicabas
y te seguía.

Al fin llegamos
después de un largo viaje
con peripecias.

Guardo los besos,
el yodo y el salitre
de aquellos labios.

Guardo tu rostro,
tus ojos, en mi alma
y corazón.

Rafael Sánchez Ortega ©
02/02/21

Recuerdo muchas imágenes y escritos sobre una escena parecida. El barco que partía y con él los sueños de un misterioso tripulante que hacía de todo, de marinero, de capìtán y que, tal vez, era solo un grumete o el nieto, al que un abuelo contaba una historia mientras preparaba las hebras de tabaco en la cazoleta de su vieja pipa.