Pavlov

INMACULADA VIRGEN MARÍA

Ella nos quiere,

ella nos cuida,

infieles y pecadores la entristecen.

 

No somos dignos de que nos visite,

sin embargo, constantemente viene a interceder,

con su presencia, por nosotros.

 

No todos creen en ella, y no los juzgo;

sus almas llorarán al morir,

pero ahí estará ella para secar sus lágrimas,

como una luz suave y amorosa.

 

Ella es tan real,

que sin tocarla mi alma puede abrazarla,

al hablarle puede ella escucharme,

sin mirarla puedo sentirla

y disfrutar su aroma de divinas rosas.

 

 

Pavlov Agüero