Pablo Lorenzo Garcia

Tú mi Medicina

Que difícil será reconocer el dulce abismo entre la historia que murió cuando se fue y se llevó todo aquello que creía imposible de rescatar, pero no tengo razón alguna con que describir y descubrir aquello que mi alma tiene entre ella y yo.

Tiene el valor de mirarme amorosamente a los ojos mientras disfrazamos un abrazo con una milonga y la palabra queda en segundo término detrás del terreno abismal de la felicidad, pero frente a la imagen cruda del dolor sin tos que se me olvida cuando bailamos sin recuerdo alguno. 
Aprendo entre cada paso que damos acompasado a decirte con la mirada y una sonrisa toda la medicina que tu sola presencia ha traído a mi pulmón izquierdo y su enfisema crónico y que me has provocado un cambio radical con solo tu evocadora risa.

Sin darte cuenta o quizás consciente y calladamente has curado mi tristeza pulmonar degenerativa y has provocado de nuevo una risa desflemada que puedo por fin respirar y reír llorando, invocando al cielo gris que aparezcas en el horizonte ya no lejano.
Pero seré franco contigo, tengo miedo, de que cuando despierte solo encuentre una almohada, un pedazo de papel lleno de tinta negro mate y un tango sonando lejano en mi despertador automático.