Haz Ámbar

Colmo de la desgracia

Insiste el minutero

en recordarme las cenizas de ese fuego

como la picadura de un insecto

que todavía anda por la piel

de tierra que engendrasteis;

su latido en mi cerebro

perdura en el inconsciente

que ve ahora por mis ojos

que todavía queda mucho por hacer

para sentirse uno mejor

después de todo aquello:

es un gran paso

que he de ser yo quien tome... 

Un dolor que no es de carne

que constante me reconcome 

renegando de toda mi humanidad

para saltar a que me cojas

a mitad de vuelo como un ángel

que ya no necesita alas

dormido yo en tus brazos

no voy a despertar mañana. 

Voy a morirme ya esta noche

porque ya todo lo he visto 

y no hay un sitio reservado

para mí en los altares...