Ana Estraviz

Del Eterno Retorno de las Batallas Libradas

Lo que hay de bueno en el hombre

el hombre mismo pervierte

Quizá, si cambiase su suerte,

pararía a reflexionar

 

En cómo él también da muerte

en las armas de doble filo

en el discurso, ahora vacío,

que algún día le hizo luchar

 

Oculta el dolor, lo acalla,

conocedor del sinsentido

Hace sordos sus oídos,

hace piedra el corazón

 

Se ciega conscientemente

pues no hacerlo mataría

Aceptar que la venganza, a más fría,

más desgarra la razón

 

Y, para no culparse,

se dice que es necesario

Repite, cual mantra diario:

\"Para vivir, hay que matar\"

 

Mas quizá entienda algún día

que fue ese mismo canto

el que sus verdugos, sacrosanto,

se obligaron a entonar

 

Quizá, al acechar la muerte,

su vida pasa por delante

recordándole el instante

en que el Mundo lo condenó

 

Y quizá el llanto de un niño

despierte recuerdos en el soldado

de cómo también, hace años,

él fue el niño que lloró