Sierdi

MI ÚLTIMA VOLUNTAD

 

Si un día, perdido en el desierto,

Me encuentro, inevitablemente,

Como hoja seca. Muy sediento.

 

Mi última e innegable voluntad, sería…

 

Un cartucho, de la más fresca tinta.

Y lógicamente mi amiga la pluma.

Para que me refresque el alma...

...Y muera vivo.