Estanislao Jano

La Lavandera

La Lavandera

(Inspirado en el poema La Hilandera de Eloy Blanco)

 

Apesadumbrado un hombre

a su esposa proclamaba

cuando el envero del cielo

 en sus ojos, sollozaba…

 

Mujer,  tú que a diario lavas,

los trastos, la sucia ropa,

los manteles de la casa,

de mis faenas las mudas,

los ajuares de la cama...

Mujer que tienes tus manos

del agua del río ajadas,

Agobiadas por  rocíos,

por  las silencias  llagadas…

Esposa tú  que refriegas las penas

en las bateas del alma

Friegas aun,  cuando tus manos

de tanto fregar desangran…

Lavas mujer las heridas

de los claustros de mi alma.

 

Mujer,  tú que a diario lavas…

Cuando este domingo vayas,

toma un puñado del agua 

cristal de la benditera

donde la virgen de Chasca,

para que unges las hiendes

donde urgen las desánimas

Mas en su ermita de agua

Cripta del recogimiento

recoge tú,  tu lamento,

en la ofrenda de las lágrimas…

 

Mujer,  tú que a diario lavas

permíteme desaguar,

 tu dolor en esperanzas

y colmar de amor tus besos

y calmar el ardor en tu alma

¡Es que he encendido

una pira, en la forja de la casa!

Así el obstinado tiempo, que a todo,

lo doblega y lo desgarra

no urja al gélido invierno

de invernal desesperanza

Y sea la flama en la pira

Quien de amor ahonde la llama

y aniden de amor mis besos… en tu boca

Mujer, tú que a diario lavas…