Carlos Justino Caballero

EL SENDERO DE HERRADURA

 

El granito se ha gastado por pisadas de herraduras

de caballos y mulares y por los tiempos helados

impiadosos en sus ansias. Siempre el silencio fue amigo

del sendero al que le canto y lo fueron las estrellas

y el sol bajando del cenit.

Grabadas en pergaminos, son pinturas que perduran

con sonidos de las flautas que desprenden los follajes

y el viento que en dentelladas va dejando sus recuerdos

al lado de ese sendero gastado por herraduras.

Yo lo he hollado cien veces, pero con paso liviano

no he alterado las marcas que las centurias cuidaron

con el celo de la luna y los lavados de lluvias.

El sendero cruza el cerro desde el norte hacia el sur

o desde el sur hacia el norte, según sean los destinos,

siempre faldeando muy suave, con algunos escalones

que hacen fácil la trepada o descansado el regreso.

 

Mi sendero de herradura… te seguiría yo andando

en plenitud de vida…