Y no quiero llantos.
Martillea tu frase mi cerebro,
como un cincel que modela tu imagen,
dando forma a las sombras del recuerdo,
que con tu nombre en mi boca, hoy renacen.
Y no quiero llantos...
sin embargo lloró la tierra entera,
y seguirá llorando mientras haya,
libertad en el alma de una España,
que florece al llegar la primavera.
¡Y no quiero llantos!
Que absurda fue tu muerte Federico,
que absurdo fue el motivo:\"color rojo\".
El rojo de tu sangre...rojo rico,
muerto por un capricho o por antojo.
Yo hoy no quiero llantos,
solo quiero el jaleo de los cantos,
que me hagan recordar que una mañana,
dejaste de ser luz...fuiste ventana,
por donde miro yo los verdes campos.
Y no quiero llantos.
JOMAB.