Haz Ámbar

Me tienes loco

Me tienes loco, tanto a ti atado.

No quiero más. Y, sin embargo... 

Fumar quiero ya, solo fumar los silencios

que tú me das... Te necesito, 

solo así a salvo de esto insufrible estaría. 

Muchacha: el rocío... No me mires...

-Te miro.

Olvídame para siempre. 

No soy para ti. 

Yo no tengo hermanas. 

Ya que tanto quieres mirarme 

pues mírame irme, 

o deja a tu novio. 

O yo mismo lo mato

como un microbio. 

Aún entre todos no podréis detener mi odio. 

Es visceral. 

Y voy a detonarlo ya en vuestra cara. 

Sin testigos 

es el crimen. 

De tú matarme a mí por mi mano. 

El crimen de tú matarme por mi mano 

y hacerme sentir así. Fatal. 

Por mí es que os mataba a todos. 

Este amor en mi corazón tan sólo. 

Este amor asesino del todo ahora 

para que nunca más vuelvas a verme así. 

Por mí... Tú resucítame, 

o déjame morir. 

Lo dicho es lo dicho

y no pienso cambiar de idea. 

De opinión acerca tuya. 

Que tanto me odias

para tenerme así. 

Quisiera poseerte como el demonio

me posee a mí

y yo no quiero. 

Solo te quiero a ti. 

Pero lo veo imposible. 

Ya no como seguir con esto: grítame

tu mal por mi causa: curarte.

Luego no dejes ni rastro

de que ahí estuviste... 

Haciéndome sufrir tal y como haces siempre. 

Es mi placer así todo heridas

por donde se escape un alma, 

heridas que tú me hiciste abrir más

aquí en mis páginas, 

a ti te culpo y no hay vuelta atrás... 

Triste pareces un reflejo en las aguas, 

un reflejo en mis aguas de charco

lacrimatorio; yo un chasco como persona...

Tú, yo, cualquiera. 

Así estamos todos... Ya muerta esperanza

se hizo en mí flor del desorden indómito

si por ti me desoigo, 

si no hay ti ni tampoco el amor 

es encontrable en este mundo como está

Habrá que cambiarlo

aunque sea a palos

y piedras lanzando, cabrones. 

Y piedras lanzándoos

porque por qué estoy tan solo. 

Y no es metafórico... 

Sigo en tránsito hacia donde me enlodo

en solo tu amor inmortal. 

Y duele tanto, 

tanto o más... 

Es lo indeseable

de ser así de infantil

y salvaje. 

Sigo el tránsito hasta que por ti me inmolo. 

Estoy marchito si me marcho aquí 

en una mancha de mí

que me debí haber tachado

entre siglas que me devuelven

tu nombre entre el eco

de un lamento de mi corazón 

borracho, del que te doy un cacho

para que te lo comas como algo sagrado

de tanto quemarse en el fuego

de tu halo, ay. 

Con mi cuchillo voy a...