Son harapos que me cuelgan como pieles mudadas
Los estereotipos es los estantes de una sociedad inventada
De valores comunes que son verdad obnuvilada.
El espécimen de mi rebeldía me alimenta las entrañas
Como furor a quemarropa, tras el velo de las miradas.
Desde el beso umbilical de las infancias
Regentan las voces, las tildes, los roles.
Y se disparan los frágiles corazones, como pólvora disipada
Que puebla de astillas la frente de muchos horizontes.
Viajan por mis venas, cientos de polizontes que son madrinas
De todos los fracasos y golpes.
Que son hogueras de batallas que siempre he vencido
Herramientas de mis desorganizados versos
Los que mueren por no querer tenir sentido.
Los que viven otorgando dolor a lo que han querido.
Son soledades extraordinarias que me han traducido
Con la belleza huraña, de lo imaginario a lo real unido.
Y me han silbado las carencias, expatriadas del aliento.
Tantos colores en su sinestesia como amores que pierdo.
A lo que me debo me aplaudo, por darme por fuera
Como me vivo por dentro.
No tengo que predicarme ni emmolarme en el olvido
Más tengo que seguirme cosiendo a lo que vivo!
A mis metas histriónicas con su fuerza invertida!
Que no cuelgue el cartel por vacaciones
El salero que me abunda!
Y al que no le guste, que se toque los cojones!