Alfredo Saez

-El Obrador Mercedario-

 


Auto retrato de Carlos Federico Saez,
primado del Impresionismo en el Uruguay, nativo de
Mercedes.

 

¡Ay¡  Mercedes del Hum, cómo te quiero!

pido compasiva piedad por mis desvaríos

y retribuyo sincero, con proletario esmero,

amatorias Gracias benditas, santificadas en el río.

¿Y tú, coronel Máximo Pérez?

¿Quién diablo crees que tu eres?:

-“El gran hacedor de la cara de Mercedes

puertos, mercados, cementerios y sedes

y celebro por mis coterráneos, que son todos Ustedes”.

Por la calle San José, Luis Alberto Zanzi, educador

comprometido empresario , técnico y legislador

plantò inspirado y progresista con Julio Peirano,

en raíces hertzianas,  las radios de Soriano.

Carlos Federico  Saez  y Pedro Blanes Viale

primados pinceles del Impresionismo

vivo y regio esplendor ¡qué mucho vale!

encanto del  sensual cromatismo.

El hipocrático médico Américo May

en sus experimentales aventuras

demostró con probetas cuanto talento aquí hay,

favores hacia la sacra salud  y generaciones futuras.

En los bulliciosos escenarios aeróbicos del fútbol

gritan tribunalicios goles contundentes con estupor

 y enamora la fama contumaz del “Tigre” Young en Peñarol,

 del  “Cafishio”Valdés, culebrero artista  del drible mayor.

En el apolíneo y ardoroso betún del carnaval veraniego

sublima sus extraños misterios de célebre y carrocero bufón,

por la tan hermosa rambla costanera, versificando sin ego,

el célebre Márquez, el payaso inolvidable, el  Gran Peluzón.

Fue un sagaz filósofo oculto, alma buena y en pena  

entre acosos indignos de la más estúpida multitud,

cónclave de  paradigmas, talante afín a la masa grosera

que el infeliz panida deleitaba a la ignorancia sin laúd.

¡Salud! Clemente Fregeiro con Elisa Menéndez en la Historia

rescatan con Washington Lockhart y Manuel Santos Pìrez

rugosas peripecias editadas de la mercedaria memoria

ínclita y necesaria pasión recordatoria por donde lo mires.

¡Ay¡ Mercedes del Hum, cómo te quiero!

pido compasiva piedad por mis desvaríos

y retribuyo sincero con proletario esmero

amatorias Gracias benditas, santificadas en el río.