Mercedes Gallego

No hay presente

Hace tiempo que el tiempo no me espera, 

hace mucho que me equivoqué en ese tiempo 

y las vidas del presente 

son el tiempo que no comprenden mi impaciencia. 

  

Siempre a dos pasos por detrás, 

en la sombra que observa 

soñando los sueños 

de los que nunca sueñan. 

  

Y saber sabiendo, lo que otros esperan, 

se pudre el alma  

sin caricias de seda. 

  

Amado sea el tiempo, 

que reposa sin dueño 

el que se para en la mente y nunca regresa, 

el que ven nuestros ojos, 

el que se pierde en la locura 

de los que nunca piensan. 

  

Y ahora en el tiempo de otros, 

regresa mi tiempo 

con instrucciones ajenas; 

siendo siempre el mismo tiempo, 

en un presente que vuela. 

  

Así veo el tiempo ajeno 

comiendo de mi tiempo pasado. 

 

Así veo mi propio tiempo, 

en la necedad de mentes muertas.