MARDON

DAME

Dame la fragancia de tu alma,

deja anegarme en su aroma

perfumando de ti, todo mi ser:

entre madera, canela y vetiver.

 

Dame el eco de tus pensamientos

quiero plasmarlos en el firmamento,

deja embriagarme de tu dulce savia

y en una locura, robarme tus fantasías.

 

Dame a lo que nadie le has dado;

el enigmático misterio guardado

en la melancolía de tus ojos marrones,

que yo sabré llenarlos…  de ilusiones.