Lea Nieves Torres

LAS ESPINAS DE TUS ROSAS

Cual jardinero de amor,

cortabas las rosas rojas

del jardin donde crecían,

perfumando voluptusas

el aire de mis veranos.

 

En loco ensueño de amor,

de tu mano varonil mi alma

y mi cuerpo navegaban

el cielo azul y su jardin de

nubes

y las constelaciones

en noches estrelladas

 

Te amé a morir

bajo la luna cálida...

 

Y de repente, el aire del

jardín enrarecido por tu

traición cambió

ese rojo ensueño

de amor obnubilante

en hirientes espinas...

 

¡Oh vil traidor!

no intentes engañarme;

oscuro me es el cielo

y su jardin de nubes;

oscura es la luz de mis

mañanas. En mi pecho

se cierne la tiniebla.

 

¡No. No me nombres

ni me des la rosa

de esa traición

que me dejó ya muerta!

A.R.R.®©

 

 

.