IRMA PERIBAN VILLA

ROSTROS IGUALES

En una vieja casona,

afuera de la ciudad,

dos hermosas damas.

sobre su techo van a posar.

 

El mismo rostro,

transparente el mismo vestir,

largo, negro y blanco,

sus alas abren

como si fueran a partir.

 

Los rayos furiosos

iluminaban sus bellos rostros,

su blanca piel,

cabellera negra de una,

la otra dorada como si fuera miel.

 

La casona en ruinas,

se mantiene sobre la cuspide

en la cima,

su viejo mayordomo no las abandona,

de ellas enamorado  está,

fantasia o no,

 

 juro por siempre 

poderlas el cuidar.

 

No se sabe que quieren,

o quienes serán,

previniendo,

o planeando algún plan

ellas a la vez  manipularán.

 

Dentro de la casona

un mural antiguo

conservado esta,

tallado el rostro de las dos,

una con mirada fría y calculadora,

la otra tierna y embellecedora.

 

Escaleras en ruinas

 por tanto tiempo guardar,

a la derecha abren una brecha,

para,

quienes quieran pasar,

 

cuartos retirados,

como si estuvieran entre ellos asustados.

 

Cuadros con rostros fugitivos

no pintados ,

esperando aún estan,

solamente enmarcados

hasta que llegue alguién, 

ese espacio ocupar.

 

Rostros fugitivos llegarán ,

con paciencia esperar,

discusiones  entre ventarrones

ventanas dando de azotones.

 

Voces de mujeres,

alaridos que en eco se replican,

solo faltan algunos agarrones,

en esas feas transiciones.

 

Fuerzas del bien ,

el mal ahuyentar,

La otra,

fuerzas del mal

les he venido a invocar

que nadie los pueda ayudar.

 

En estampidas los ratones

pasaban  frente a los sillones.

buhos en la obscuridad

alertas, entrenados,

cuidando  ahí como si estuvieran

estampados.

 

Poca gente las ha visto,

poca gente lo puede contar,

de noche ,

el camino tenebroso es,

los pantanos no los dejan pasar.

 

Despistados,

en el bosque internados,

despojos ,

de quienes se atrevieron

a buscar.

 

Se cuenta,

que las dos hermanas,

murieron ahí,

en forma inusual,

sepultada aparentemente

muy  igual. 

 

¿Cómo fué?,

¿Por qué?,

no lo supieron explicar,

olas de humo se alzan,

cuando quiere la gente

sus tumbas violar.

 

Extraer sus restos 

pide el pueblo,

la casona quemar,

energia extraña los detiene

los araña sin tocar,

al quererlas exhumar.

 

Misterio ha sido,

misterio será,

la aparición de dos

hermosas jovenes,

que sus cuerpos y almas,

no pueden descansar.

 

Y entre ellas,

destinado para siempre,

su mayordomo  dormirá.

 AUTOR: IRMA PERIBAN VILLA...MEXICO