Alfredo Saez

-Milagro-

Una Luz aguardada ultima las tinieblas toscas

abriendo un hueco benigno en las altas cumbres

como si la tóxica lava no matara ya ni unas moscas 

tachando sentencias impunes de volcánicas lumbres.

 

La impiedad espejo de los perversos aún campea 

concediendo el fraudulento disfraz de las sinecuras,

oxígeno tubular al endèmico pulmón que sigue en pelea

cuando solo el milagro promete ser vía única de las curas.

 

La Vida Multitud arrima exhausta dolores y pasión

en el mortecino campo de lacrimógenos magnetismos,

pero ¡oh! la Cruz  herida santifica el humano bastión.

 

Graduales se calman los descensos a los hondos  abismos

y aquella beatífica Luz besa los días y noches  testimonios: 

 fugan derrotados  por un tiempo,veleidosos los demonios.