Mauro Enrique Lopez Z.

Dia de trabajo

Trabaje tanto, hasta por las noches;
lo hacía para que no te falte el pan 
en la mesa, y tú como siempre 
disfrutando del dinero que te dejaba. 
Como hablaban de ti , y yo como 
siempre oído sordo, pero me dolía; 
Hasta destallista era contigo, y mi 
abuela me decía: deje esa mujer que 
no sirve ni para taco de escopeta!!. 
Una tarde tube que regresar de 
mi trabajo, que alegría me dio 
que yo mismo la encontré con 
un amante.. que cínica; tú que te 
negaste lo que hacías. 
Solo te dije aquí no a pasado nada, coja sus cuatro ropa y se me va de mi 
humilde casa!! 
 Hoy lloras porque perdiste todo,  hasta el amor. Ahora tengo una dama 
de contrabando que me visita 
de vez en cuando, y disfrutamos 
como unos buenos amantes.