No me gusta seguir el camino predicho,
Ni esquivar las piedras pa\' evitar el golpe.
Más de una vez, y por puro capricho,
He acelerado por amor al choque.
El alma, la carne, la sangre, y la vida
Te puedo apostar en impulsivo derroche.
Lo único que guardo valioso es mi tinta,
Y daría a mis deseos paso libre una noche.
He pedido a algún Dios que ojalá Dios exista,
Y lloré las veces que me sentí mediocre
Esperando encontrar un destino que vista
a la par de mis sueños, mis miedos, mis goces.
Las promesas que he roto me las hice a mi misma
Y después ya no pude mirarme a los ojos.
Tardé mil años para abrir los cerrojos
De mi alma, después de curar las heridas.
He tenido desde pequeña el antojo
De llevar una vida simple y libertina
Apreciando la sombra, la migaja, el despojo
Con alma bohemia y corazón de artista.
Enamorarme de algún par labios rojos,
Y bailar al mismo son de la brisa.