Rafael Parra Barrios

El quite

Hacer el quite 
es un acto de fe 
y amor, un milagro, 
una obra de Dios.
No es un derecho 
ni un deber, 
es un instante de luz
y de intenso menester, 
donde alguien aflora 
para sacar de aprietos 
a un ser.
A veces,
las puertas se trancan, 
se mira alrededor, 
se agotan opciones, 
y, cuando todo                          luce perdido,
aparece otro ser,
con don de gente, 
para resolver.
Hacer el quite, 
expresión taurina, 
que grafica el momento 
en que una persona 
quita el toro de encima              para evitar la cornada.                    Nada más parecido 
a las salvadas,
que  familias y amigos protagonizan, 
en las dificultades.
A todos, 
héroes y heroínas 
de la cotidianidad, 
la gratitud,
por la llovizna de amor 
que esparcen 
en los fértiles prados 
del hogar.