Lucy Quaglia

Poesía secreta

Poesía secreta maltrecha, discreta,

que me sigue por el aire,

por la tierra, por la puerta,

por los caminos del viento,

por las ráfagas de arena,

por campos llenos de paja

que se convierte en abrigo

cuando una nube que pasa

se retuerce y de castigo

derrama pilas de agua

aunque yo no tenga abrigo.  

Poesía llorona

que no encuentra cosa buena,

que me despista sin tino,

que se estremece con pena,

que hiere con la pasión

de una cruz que es mi condena 

cuando buscando tus brazos

me derrito sin paciencia

suspirando en la milonga

sin que me atreva altanera

a dejar de coquetear

por si que me querés de veras.  

Poesía amorosa,

primorosa y juguetona

que me mira de reojo

y se esconde sin vergüenza

en tus piropos de novio

que me recuerdan aquella

primera vez con tus besos

y caricias anhelantes

cuando el tren se detenía

para cruzar la frontera

entre tu patria italiana

y la Francia de postguerra.