Luis M. Castillo

Fervor Obstinado

Deberá la fortuna soportar una venganza amenazada ,

Castigado el tedio ni por mísera oportunidad para proclamarse,

Que se engañe los niños por sus charlatanes experiencias,

Ruido, ruido y más ruido que sin brevedad enerva los sentidos.

 

No preguntas anímicas desgarrando el disfraz de la cordura,

Movimiento desordenado entre los fuegos artífices de la carne,

Deberá la fortuna aliviar con tragos tan atragantada respuesta,

Catacumbas misteriosas en circunstancias imbéciles por obediencias.

 

Atados , muy atados permanecerán los desvaríos,

Retrocede por calles húmedas entre asfalto y vino,

Montones y montones de basura con sus ropas perfumadas,

Una Luz que en las antorchas se obstinan con amplio fervor.

 

Pero quién es aquel que arrogante grita entre los ruidos ?

Atrevido insolente violando el silencio heredado bajo la noche,

La paz proclamada y entremezclada por risas enfermizas,

Por mi ruego y el suspiro larguense de aquí .

 

Los gozos del medio siglo hacia la bendición castigada ,

Perfectamente podremos disimular cada situación entre la guerra y tregua ,

La línea de cada similitud como de ancianos sin memoria aflorada,

Fácilmente más y más de la imaginación se sacudirá por íntimas condenas.

 

Una grieta sonriente para las siguientes llamadas,

Dónde los tontos van ganando el terreno árido entre nuestra fuerza desafiada,

El golpe vencido contra el suelo vertiendo la herida santificada,

¡Honores por migajas que la duda se alabe!