Esteban Mario Couceyro

Acto.

El árbol, susurra en la brisa su canto
el cantor, callado mira el camino
el ternero bala por su madre
el poeta arruga su escrito
el sol, lleva un retraso imperceptible
las manos tiemblan, sobre el teclado
la frase, ya está en mi mente...

 

 

He visto, el viaje forzado de estar

en la caída infinita del transitar

por ese cielo inmenso

subiendo al suelo…

 

Detrás del horizonte
las nubes esperan pacientes
ser gestadas
en nuevas tormentas

mientras
tras la ventana
espero paciente
animar
me
a ser
yo mismo
en la eterna rutina

de ese día repetido

en la eternidad

del mirar

preguntando

si ha de ser

hoy el día

en que mis alas

puedan volar

como estas palabras

por el solo hecho de ser dichas

detrás de la ventana.

 

En tanto

la calle desierta

se va oscureciendo

ocultándose

en sus propias dudas.