Destellos de luz bendita pido para esta alma.
Tu compañía, siempre he sentido, mi Señor.
Oro por tus hijos y los míos, pidiendo calma;
para enaltecer en tu nombre, todo mi amor.
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Señor, rector amado de mis fieles creencias,
Me inclino ante ti, con fervor y con certeza.
Creo en ti padre bendito y en mis videncias.
Pido perdón, divino padre, por mis flaquezas.
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Honro el poder que hay en ti, para la creación.
Doy infinitas gracias, por hacerme tu devota.
Diste valor a mi vida y creí en ti, con devoción.
Dios, gracias, ya que vine a ti, con mi alma rota.
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Cómo negar que existas, si has estado en mi vida,
abrigando mi andar, con el manto de tu amparo.
Me acogiste en tu seno cuando vivía sola y abatida.
Mi vida, es hoy el tesoro que dejaste a mi cuidado.
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¡Señor, que reinas en los cielos, mis gracias te doy
por convertirme en la reverente hija que hoy soy!