Nuria de espinosa

La lluvia

Amaneció lloviendo

y lloraba mi alma,

sobre la lluvia

que lo empapaba todo.

 

Una cruel borrasca

inundaba los sentimientos

más profundos.

 

Observé la lluvia

rugir en mis entrañas

destrozando hilo a hilo

la tela que me resguardaba.

 

Insensible tormenta

enigmática y cálida,

que tenebrosa espera.

 

Por fin amaneció

lloviendo en el pasado,

y una suave brisa

aclaró los nubarrones

que en un instante se impregnaron

con los rayos de sol.