Patricia Aznar Laffont

Llueve lejanía...

Llueve lejanía...

Llueve la marca hendida

en mi carne....

Entre los mares de Cartago

 

y en  esa metralla artera...

 

En alianza cóncava

de estrellas engañosas...

 

Llueve...

Llueve...

 

Llueve mi intrínseca lejanía...

 

En Tempestades 

de mi alma ubicua...

 

En catarsis extrañas...

Impías e ígneas...

 

En gotas metafóricas

y tenazas al fuego...

 

Torva y vieja lejanía...

que recuerda el Mármol

de aquella Infamia cometida...

 

Torva, añeja lejanía ...,

de fugaces estrellas

que jamás serán mías...

 

Torva!

Maldita!

y de ansiedad vestida,

pasea por Jardines ocultos y mutilados

del desdeño artero

De donde huyen los colores

y vive el sabor del Espanto...

 

Ni mariposas ni flores...

Se quiebran sus alas y sus magnos pétalos

en crudas llamas...

 

Se dibujan contritas en mi mente

dañada irremediablemente

por Nostalgias y Terrores...

 

Y en este resignado Horror

de Existir,

 

A pesar mío....

 

(Patricia)