Freddy Kalvo

Dialogando... IV

¿Se recuerdan de don Cando,

marido de niña Chana,

que hace un mes en la mañana,

lo sacó correteando?

 

Pues aquí sigue la historia

en plática con Ruperto

que sabe del loco entuerto

con relevancia notoria.

 

El día de la camorra

Ruperto le dio posada

le curó la pescozada

y hablaron como cotorra.

 

¿Y qué le pasó don Cando,

si lo veía tranquilo.

Hoy lo tengo de pupilo

por andar tunanteando?

 

¡Ay Ruperto, buen amigo!

¿cómo puedo yo explicarle

si solo pude tocarle

a niña Juana su ombligo?

 

Pues yo no le creo mucho

lo que me está confesando

el dicho va adelantando

que chucho no come chucho.

 

Y salió la carcajada

de aquellos dos sinvergüenzas

que perdieron sus vergüenzas

por vida desordenada.

 

Y contaron sus pasadas

con cierto arrepentimiento

por el duro sufrimiento

de sus noches desoladas.

 

Hoy enfrentan soledades

por andar de pica flor

y perdieron a su amor

enfrentando tempestades.

 

La lección ha sido dura

sin mediar un eufemismo

son los frutos del machismo

que en la sociedad perdura.

 

¡Vaya singular cultura

que destroza los hogares

y los hijos con pesares

sufren también la ruptura!

 

Con esta historia contada

se vendrán mas reflexiones

pa´ cambiar esos patrones

de una vida apesarada.