Nadia ALMAZÁN - OFICIAL

Azúl Martes

Que extraños se vuelven los tiempos

el modificarnos através de los meses

las pieles nocturnas que recorremos

cuando tenemos frío,

miedo.

 

Que extraña es la angustia de los

insensatos reclamos y las despedidas largas

de la soledad siniestra,

de la antigua sonrisa que no va a volver.

 

Que extraña la sensación de ganchos en los pellejos

los vellos erizos, los rizos que pican la nariz

un Junio que llueve

para recordar un Octubre

para llorar un Diciembre.

 

Que extraños los escenarios que

ahora son naufragio de tus mares salados

de tu llanto que ya no escucho

porque soy sorda.

 

Que extraño el intercambio

el guardar mis libros prestados

el perfume de una almohada

de semen, de perfumadas notas

de café.

 

Y que nos encontremos en el rosal

en el rocío de las mañanas,

en la humedad de tu playa,

en los sueños lúcidos que

exploran tu pequeña habitación rentada.

 

Ahora te miro

y me vuelvo gris

soy suelo.

 

Ya no hay primero, quinto, ni sexto,

ni canciones tan malas,

ni gritos, ni garras, ni platos rotos

para culparnos,

y llorar.

 

Ya no estás,

ya no somos.

Ya no estás.