Jorge Briceño

Tu rastro, nuestro rastro

El sonido de los pies arrastrándose es tan notable cuando solo las paredes están contigo en la oscuridad.
Sombras a lo largo y ancho atestiguan este abandono, nuestro abandono.
¿Podría ser tu regreso, nuestro regreso?
No estoy seguro si el tiempo ha de ser suficiente esta vez, pues el implacable silencio resultó apenas hilaridad cuando yo quise avanzar, cuando quisimos avanzar
Solo una cosa queda clara:
Que la insaciable carne se desvanece y el motor se apaga.
Por eso sé, que antes o después volverás; 
entonces te recibiré aunque sea en otro cuerpo y con la misma fragilidad