Raiza N. Jiménez E.

Viva nuestra Patria.-

Con frío en la carne, helada de llanto el alma,

llena de congojas viejas y nuevas, sobrevivo.

Vi partir, una a una, la savia que nació en este

suelo sagrado, cuna de héroes y libertadores.

El disparo fatal  se entronizó en la carne joven

 y su destino mortal corría, con gritos de patria.

¡”Viva la patria” gritaban todos los marchantes!

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Nadie los puede olvidar y algún día en cada

esquina y, en cada rincón de esta arena de

guerra, se pondrán en alto sus nombres de

soldados desarmados que dieron su vida con

honor, por esa amada tierra que los concibió.

Está prohibido olvidar tanto dolor miserable.

¡Viva la patria nuestra, coreaban los niños!

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Marchaban los niños, los adultos y los viejos.

En tonos alegres un día cantaron el himno.

Muchos llorando solfeaban esas estrofas de

Libertad, labradas en una historia de hombres.

El valor marcó esta tierra con su independencia.

¡Así fluían los que han creído la magna odisea!

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Ayer y hoy, era y es, nuestro destino ser libres.

Toca en esta hora aciaga despojarnos de la

candidez sórdida, alzando un sosiego libertario;

Eso lo vivimos, pero ahora, lo hemos perdido.

Atentos, hijos de Bolívar que esa voz nos llama.

Y más allá de un Panteón herido, él nos emplaza.

¡Somos hijos de bienhechores, dicen los viejos!

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El orgullo de ser venezolanos de bien y de honor,

nos convoca ahora, a tomar la bandera tricolor.

Y con gritos febriles lanzar nuestros coros de valor.

Llegará la hora de pedir cuentas y saldar las deudas.

Venezuela reclama, con dolores, el parto de la vida.

¡Viva la Patria, viva Venezuela libre y nuestra!

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Muchos se han ido y otros tantos se irán, pero

nunca olvidemos a los muertos y desterrados.

Por ellos y  por nosotros, alcemos la antorcha.

Que alumbre en el mundo entero y que se oigan

en el universo, nuestras suplicas y nuestras voces.

¡Qué los alaridos de justicia nunca se nos apaguen.

Sea nuestra garganta, muestra de valientes soplos.

Oremos por los muertos, presos, hambrientos,

enfermos y, pidamos la ayuda divina por todo Ser

que more en esta tierra sagrada, que es la nuestra!

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¡Viva la patria amada, que viva nuestra Venezuela!