Axel Dueñas

La hora adecuada

¿En dónde más podríamos estar esta noche,

sino juntos

celebrando la costumbre

y los ritos que amamos?

¿Hacía que otro cielo podríamos mirar, 

si tenemos nuestros ojos fijos en esta mesa, 

donde la cena tiene un vapor que hechiza, 

en esta herramienta para arreglar el baño,

en esta película que nos conmueve por enésima vez?

¿Hacia donde más podríamos llegar,

si las piernas reconocen el pequeño viaje a la tienda,

 donde compras leche, frituras,

y una barra de mantequilla,

si pusimos nuestro vaso de refresco en este libro inacabado 

y el sol de la tarde en la visera de la gorra?

 

No puedo más ni menos que pensar

que la hora adecuada está con mi familia,

¿A dónde más podría ir?

¿Hay acaso en algún sitio,

en algún lugar,

alguien que me espere?

¿Hemos de configurar el paso del tiempo

imaginando que las cosas que no se mueven se detienen?