Analogía ajena

El último día

Y si hoy fuese el último día que yo esté contigo,

si por fin tu quicio me reclama por mis tontas mañas,

y te exhaustas un suspiro pensando que ya no valgo éste lío;


Moriría de sed, de carecer del manantial que refresca, vida mía,

moriría por haber desembocado la cascada que fluía de tu cara con mi desperfecto.

Pero peor mi desdicha cuando tu arquees tu alma para palpar encontrando tierra en vez de pasto verde, ahí entonces me da una contorsión para adentro;



No soy cuando no quiero, y me guardo, y me retengo, orgulloso.

Pocas ausencias me han tornado tan vulnerable como los pequeños plazos dolosos que acordabas tener conmigo,

ésos que usabas para no fracturarte, suspicazmente esperando disuadirme de tirarlo al olvido.

 


Y si fuese el último día que yo esté contigo,

me perdonaría cada vez que me sufriste,

quitando paredes entre lo que nunca te dije y lo que siempre quisiste,

llevaría corazón a ti,  

con promesas cumplidas, complaciendo tus visiones ,

irrumpiendo en tus más profundos deseos para quedarme ahí con tus secretos

y guardarlos por siempre en la caja de cosas hermosas que compartimos,

oraría estos versos con cada caricia que sentimos.



Y si fuese hoy el último día

Juraría que soñaría con nuestras vidas,

casi lo personificamos, casi eterno se sentía 

debo tener bastantes proteínas en el cerebro,

ha pasado un tiempo desde aquél recuerdo.


Si sucediese, en tu oreja los campos de flores se cerniesen,   la semana vendría con telegrama desde mi corazón con reservación en el comedor, los cielos serían mi pedestal e insistiría en que esos ojos son el ventanal.

Aprendería lingüistica para mostrarte el amor en todo el mundo.

Y serás mi compañera en vida , hablaremos nuestro idioma,

que ninguna persona reconozca,

en sintonía, antes de que sea el último día.